martes, 9 de agosto de 2011

Popayán: ni frío ni calor


Popayán es el paraíso... un clima perfecto rodeado de verde... no hace calor ni frío y llueve regularmente sin resultar excesivo. Aquí se crió Natalia y fue muy felíz. Acogidos por su mama y bien alimentados por su abuelita Libia. Arepas para desayunar, carantantas, jugo de mora y piñuela. Además conocemos al grupo Juventud Vallenta y nos acogen en uno de sus ensayos. La tía nos prepara empanadas de pipián y aguapanela con limón. En la finca nos hacen sancocho a la leña y jugo de curuba... vamos a engordar definitivamente! Conocemos el museo de historia natural lleno de animales disecados y nos preguntamos si podrán sobrevivir vivos en los bosques que aún quedan por los alrededores. Alejandro, un biólogo que trabaja en el museo nos cuenta la triste realidad del movimiento ecologista en el Cauca: el último biólogo peleón se lo cargarón de un tiro. El campo esta amenazado por las plantaciones de eucaliptos (esto me suena) y por las plantaciones extensivas de palma y azúcar (revalorizadas por los biocombustibles ¿alguien los llamo combustibles verdes?). Conocemos también el conservatorio de música, un lugar decadente pero maravilloso en el casco antiguo donde nos tocan la marimba. También como no acabamos bailando salsa con los papas de Natalia por lo garitos nocturnos.

martes, 2 de agosto de 2011

Bogotá Transmilenium Salsa Smog


Bogotá no es para gente delicada... combustibles prohibidos cubren de humo negro la ciudad. El tráfico devora todo a su paso... sólo el Transmileno se abre camino a través del caos, una especie de bus-metro que atraviesa parte de la ciudad. Cuidado por donde andas y por donde enseñas la cámara... Chepe, el súper papá de Natalia, nos salvó y nos acogió en el apartamento con mejores vistas de la ciudad. También nos llevó de parranda salsera a la "Galeria Café Libro", un lugar mítico de la salsa rola donde pudimos bailar a todo trapo hasta bien entrada la madrugada. Así es como debería ser la música... sin límite de horario ni de decibelios. Desgraciadamente la decadente sociedad europea ha olvidado el verdadero sentido de la parranda social y se ha sumergido en un invierno musico-cultural deprimente.
Buenos desayunos de arepas con queso, huevo y salchichas. Bandejas de papaya, granadillas, uchuvas, pitayas y sopa de cebada con seco de carne sudada, guiso de choclo y frijoles. El mercado de Paloquemao da para esto y mucho más aunque los nuevos centrocomerciales se abren paso (uno se siente ahí como si no hubiera salido de su casa, que asco).
En casa de Mamá Pancha se nos ofrece jugo de lulo, maduro al horno (plátano), aguacates y melcocha... también algún consejo de viaje... la zona de Guapi está siendo fumigada con colaboración del ejercito de Obama, pretende acabar con las plantaciones de coca de la sierra y de paso arrasar con toda la fauna y flora de la región. Así que pensamos más en subir en barca hacia Bahía Solano. Veremos que nos depara el Pacífico...

domingo, 24 de julio de 2011

Nuevos mapas para nuevos agostos


Nuevos vientos soplan este verano con destinos diferentes al año pasado. Este año será un viaje en compañía. Destino el sur de Colombia que quedó pendiente en el primer viaje hace ya tres años. Para empezar a abrir boca un mapa que muestra la región del Cauca por donde andaremos, la costa pacífica de Colombia. Un zona difícil en mucho aspectos: zonas prohibidas debido a la posibilidad de guerrilla, un clima hostil con el mayor régimen de precipitaciones del mundo, densas selvas y manglares repletos de seres desconocidos y animales gigantes en los mares. Por descubrir la desconocida música afrocolombiana, tocada con tambores y marimbas, las gentes del pacífico y sus culturas, la fauna y flora de esta región encriptada que si bien aparece en los mapas no es demasiado frecuentada por turistas ni locales. Para que os hagáis una idea en toda la costa pacífica colombiana solo dos carreteras llegan al océano.

martes, 31 de agosto de 2010

El paso a Totora


Tras amanecer en Yanama comenzamos la subida del paso al valle de Totora que nos dará acceso al lugar de donde salen las marchas a Machupichu. La subida es ligera pero se va complicando a medida que nos aproximamos al paso que está a unos 4800m, la respiración se hace cada vez más dificil, nuestro caminar se ralentiza hasta ir al paso de un viejito para desesperación de nuestros guías que tenían la intención de llevarnos y volver en el mismo día. Nos tomamos nuestro tiempo, nuestra galletira, nuestro chocolate sublime y nuestra aguita y al final conseguimos llegar al alto... la bajada es pan comido y en unas horas estamos en Totora donde nos separamos de nuestros compis rumanos y de nuestra compañera limeña. Decidimos quedarnos a descansar y dormir en este agradable pueblo.

















Os dejo con la Familia Rodriguez y Mama Dina,

http://www.youtube.com/watch?v=hpN83DPEbSU&feature=related

martes, 17 de agosto de 2010

Cruzando la cordillera por el paso de Yanama a Totora





Tenemos la suerte de coincidir en llegar a Maizal en el cumpleaños de la hija de nuestro arriero, así que matan un pato para cenar. Tomamos papas, arroz, sopa de choclo y pato (el pato esta duro, duro) todo cocinado en su cocina de barro y leña mientras una docena de cuys corretean por el suelo de las casa que es una habitación simple de 15 metros cuadrados. Sigo sin comprender como hacen para no pisarlos (un cuy es parecido a un hamster y se comen los días especiales... a mi me da pena comerlo y no lo probé aún). Maizal es una aldea de menos de cinco familias en medio de la selva de nubes a una altura de casi 4000 metros, desde allí se controla todo el valle. La subida fue matadora a pesar de no llevar peso de mochila, más de mil metros del tirón... eso sí los niños de la familia nos sacaron unas dos horas de ventaja y eso que viven en Cusco. Decidimos pasar un día de descanso que fue un día de desayunar papa, comer papa y cenar moralla (que también es papa pero sometida a un proceso de congelación y desecación que es típico de los incas) para acabar un matecito de coca y un chocolate sublime que compramos. Al día siguiente atravesamos la jungla espectacular hasta llegar al paso de montaña donde queda monte pelado y pastan las vacas en la pampas, al otro lado se divisa el paso a Yanama. En la foto con mi compañero de sufrimiento Guido que sube en zapatillas de calle y con una lesión en la rodilla, todo loco argentino que viaja sin un sol. Yanama es una aldea ganadera perdida en la montaña bastante más grande que Maizal, allí coincidimos con otro cumpleaños y esta vez matan un cordero y nos invitan....vaya hospitalidad! además nos hacen probar el Tarwi una semilla milenaria inca en forma de puré amarillo buenísimo para variar con arroz y papa... Ese día dormimos en una casa donde guardan la papas, rodeados de montones de papas y no sabéis que? soñé con papas.

Por cierto mi ukelele causa sensación entre niños y mayores en los andes donde no han visto nunca uno. Esta última foto es saliendo del bosque de niebla cerca del paso de montaña.

Para escuchar ... como ya tengo un charango.. esto es un video de Ernesto Cavour, un virtuoso del charango que he tenido la suerte de ver en directo y de saludar

viernes, 13 de agosto de 2010

Los cinco valles de los Incas



Antes de llegar a la ciudad perdida pasamos por la acogedora aldea de Marampata, poblada de mulas de carga, chanchos y algunos niños coma la pequeña de la foto. Proseguimos hasta cambiar de vertiente y se nos ofrecen las terrazas de cultivo descubiertas y más arriba las ruinas. Desde Choquequirao se controlan cinco valles, justo situándose en el extremo de la casa de los antiguos sacerdotes se contemplan los tres a la vez. Acampamos en pleno bosque de nubes a unos 3700m de altitud. Me entero que puedo conseguir llegar a Machupichu directamente desde Choquequirao empleando cinco días más de caminata, así que recluto el equipo, Guido un rastas porteño se suma a la aventura, el me permitirá dormir en su carpa ya que yo no tengo y compartiremos mula de carga. Una pareja de rumanos también seguirán el mismo camino, ellos viven viajando hasta que se les acaba el dinero, entonces se detienen en una ciudad con conexión a internet para buscar trabajo, en dos meses han diseñado unas páginas web y ya pueden continuar... increible organización. También nos siguen una paraje de gringos, el es biólogo y sube fascinado intentando identificar alguna especie de ave. Vemos águilas negras y blancas con algún rojo y de lejos un Condor... pero demasiado lejos para apreciar su tamaño. Nuestro arriero es natural de Maizal el próximo lugar donde podremos descansar tras un día de dura caminata. La foto muestra la plaza central de Choque y el valle que domina visto desde el alto de los rituales.

domingo, 8 de agosto de 2010

Camino Choquequirao

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El camino a Choquequiria junto a nuestro arriero, en la foto de cabecera Jerom y Natalia en el mirador al cañon del Apurimac. Estas ruinas son algo alternativo a Machu Pichu, no tan grandiosas pero con una afluencia turística incomparablemente menor. Se necesitan dos días para llegar a ellas andado. El camino es duro pues es necesario bajar al fondo del cañon para después volverlo a subir... desniveles considerables pasando del calor extremo al frío de la noche, por suerte llevamos la mayoría del peso en el caballo de Arístides nuestro arriero. También nos ayuda la cena caliente que nos permite la cocina de gas y el chef Jerom. El cambio de ladera nos adentra en oscuros bosques de nubes donde se dice que es posible ver el oso de anteojos, al bajar al cañon encotramos un desierto de cactus alucinógenos y tragamos el polvo. Dormimos en la aldea de Santa Rosa plagada de murcielagos vampiro, por suerte no muerden a las personas pero si a nuestro pobre caballo que amanece con don marcas una cada lado del cuello. Seguimos sin dejarnos llevar por el miedo hacia las ruinas secretas de Choquequirao.