martes, 2 de agosto de 2011

Bogotá Transmilenium Salsa Smog


Bogotá no es para gente delicada... combustibles prohibidos cubren de humo negro la ciudad. El tráfico devora todo a su paso... sólo el Transmileno se abre camino a través del caos, una especie de bus-metro que atraviesa parte de la ciudad. Cuidado por donde andas y por donde enseñas la cámara... Chepe, el súper papá de Natalia, nos salvó y nos acogió en el apartamento con mejores vistas de la ciudad. También nos llevó de parranda salsera a la "Galeria Café Libro", un lugar mítico de la salsa rola donde pudimos bailar a todo trapo hasta bien entrada la madrugada. Así es como debería ser la música... sin límite de horario ni de decibelios. Desgraciadamente la decadente sociedad europea ha olvidado el verdadero sentido de la parranda social y se ha sumergido en un invierno musico-cultural deprimente.
Buenos desayunos de arepas con queso, huevo y salchichas. Bandejas de papaya, granadillas, uchuvas, pitayas y sopa de cebada con seco de carne sudada, guiso de choclo y frijoles. El mercado de Paloquemao da para esto y mucho más aunque los nuevos centrocomerciales se abren paso (uno se siente ahí como si no hubiera salido de su casa, que asco).
En casa de Mamá Pancha se nos ofrece jugo de lulo, maduro al horno (plátano), aguacates y melcocha... también algún consejo de viaje... la zona de Guapi está siendo fumigada con colaboración del ejercito de Obama, pretende acabar con las plantaciones de coca de la sierra y de paso arrasar con toda la fauna y flora de la región. Así que pensamos más en subir en barca hacia Bahía Solano. Veremos que nos depara el Pacífico...

2 comentarios:

  1. ayyyyy Colombiaaaa, ¡¡qué lugar!! Digno de repetir, sin ninguna duda ;)

    ¡Te mando un beso gigante y te deseo un buen viaje!

    Te seguiré la pista desde las antípodas :)

    Marta

    ResponderEliminar
  2. ¡Muy interesante! Desconocía la existencia de este blog y ha sido una grata sorpresa... ahora me pica el gusanillo del viaje, cabronazo... un abrazo, aprende mucho y enséñanoslo cuando vuelvas!

    Mario

    ResponderEliminar